RETO

La concepción de un nuevo showroom en Santiago de Compostela donde transmitir los valores de personalización y ambientación de un proyecto, es la apuesta realizada por el equipo de Cuoco para, de alguna manera, materializar y “ejemplificar” nuestra profesión: el diseño de interiores.

El local escogido captó nuestra atención por su verticalidad y falta de proporción, e hicimos de esa particularidad, una cualidad desde la que iniciar nuestro proyecto.

Ese volumen desproporcionado se resuelve con un acristalamiento para que el espectador descubra ya desde el exterior un espacio transparente y en continua comunicación entre opuestos: exterior/interior y estudio/showroom.

PROPUESTA

La primera escena recrea la exposición dedicada a salón, donde una chimenea y un mueble acorde a las dimensiones, expanden la estancia verticalmente frente a la proyección horizontal del resto del local. De nexo de unión entre ambos planos, se escoge un sofá de espectaculares dimensiones que ayuda a reunificar escalas.

Los trasdosados de tabiquería continúan recorriendo el espacio albergando y envolviendo el mobiliario, que mediante un herraje que recoge las puertas, ayudan a ocultar e integrar la cocina creando un único volumen con la zona de comedor.

El microcemento en pared y suelo unifican espacios y crean un denominador común donde se desarrollan distintas perspectivas. Todos los espacios y ambientes son creados y diseñados de forma totalmente personalizada, y fabricados por artesanos y oficios locales: es nuestra forma de entender la sociedad, la economía y la sostenibilidad. Las pinceladas y acentos de este “continente” que hemos creado se realzan y enriquecen con iconos del diseño mundial, como los aportados por nuestras representadas VITRA o ARTEK.

Finalmente, se recrea un exterior con un jardín vertical de grandes dimensiones, que iluminamos con distinta temperatura de color para aumentar la sensación de lejanía y luz natural. Para volver a acentuar la sensación de verticalidad proponemos varios elementos como celosías, columpios, estanterías, etc. El suelo de madera maciza, rodeado de vidrio centrifugado, añade un matiz más a este juego de interior/exterior, creando distintos brillos y texturas, donde la vegetación es la gran protagonista de un espacio único, libre y desenfadado y que da paso a un particular cuarto de baño realizado en porcelánico negro, que hace destacar aún más un gran mural pintado a mano como homenaje libre y desenfadado a Gustav Klimt.

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